
"Intuitivamente
pensaba que la gravedad tenía que poder ayudar, dado que todo es atraído hacia
la Tierra. Al desequilibrar un peso apenas estable en la parte superior, usando
poca fuerza, se crea una gran fuerza en un punto de la parte inferior. La idea
era que esto debía producir algo", explicó Ruijssenaars.
En opinión de algunos
científicos, la técnica representa un avance gracias al uso inteligente de la
gravedad, ya que, de acuerdo a Theo de Vries, arquitecto de sistema y
conferenciate senior del grupo Robotics And Mechatronics, asociado con la
Universidad de Twente, “"Ruijssenaars literalmente dio vuelta el método;
en consecuencia, nosotros, como científicos, hemos empezado a mirarlo bajo una
nueva luz. Todo lo que se ofrece actualmente como energía mecánica será
realmente útil gracias a este invento".
Por su parte, la profesora
Beatriz Noheda, de la facultad de Matemáticas y Ciencias Naturales de la
Rijksuniversiteit Groningen, cree realmente que la energía piezoeléctrica es
parte de nuestro futuro y plantea que este aumento de la eficiencia es muy
bienvenido. "En situaciones en las que no podemos trabajar de manera
sustentable con módulos solares, quizá podamos usar esta nueva técnica",
explicó.
De Vries y Holterman son
parte de VIRO, una compañía de ingeniería internacional que resuelve problemas
técnicos para empresas del sector industrial, y colaborarán con Ruijssenaars en
la búsqueda de aplicaciones prácticas para la técnica que desarrollaron. Sus
usos potenciales podrían incluir desde la fabricación de un cargador de
teléfonos sustentable hasta un generador para iluminación de viviendas. La
patente de esta nueva técnica aún se encuentra en trámite.
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