
“El
fundamento para la realización de esta actividad está en la hipótesis
de que la sensación de seguridad pasa por conocer a los vecinos, y que
sin este elemento, cualquier tecnología para combatir la delincuencia,
no es sustentable”, indica Alejandra Labarca, encargada del Programa Ciudades de Fraunhofer Chile.
“En
el transcurso del proyecto Smart Santiago, hemos mostrado que los
santiaguinos requieren de mayor cohesión y capital social para ser
felices y que esto se logra a través de la generación de mayor confianza
y comunicación entre las personas. Las necesidades de tecnologías deben
ser levantadas desde cada barrio, y en este sentido el rol de las
Juntas de Vecinos es fundamental”, agrega Labarca.
Con
esta mirada Fraunhofer Chile Research, aceptó el desafío de la Junta de
vecinos C25 de Las Condes, pues según la encargada de Fraunhofer, “este
es un ejercicio necesario para hacer converger las necesidades de las
personas, el desarrollo de capital social y la instalación de
tecnologías al servicio de las necesidades de los vecinos”.
El
desarrollo de la actividad contó con el apoyo de las tácticas urbanas
de Fundación Ciudad Emergente que permitieron mapear los puntos más
inseguros desde la percepción de los vecinos, lo cual podría ayudar a
tomar acciones más focalizadas y efectivas de parte de la autoridad.
El
intercambio de experiencias en todos los ámbitos fue el sello de la
actividad “Reconquistemos la Calle”. En particular, en el área de la
delincuencia se conoció por ejemplo, el testimonio de Oscar Mackenney,
decano de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo y vecino hace 15
años, quien fue asaltado hace unos días en la puerta de su casa. “Fue
un momento duro, porque no fue un hurto, la casa estaba con gente, hubo
gritos, violencia, llegó el fiscal, el OS9, y quienes más nos calmaron
fueron los vecinos, el que vive a tres casas de la mía y con quien no
había hablado nunca antes”, cuenta.
Un
importante resultado de esta convocatoria es que se logró reunir a
estudiantes, organizaciones ambientalistas, músicos, emprendedores,
otras juntas de vecinos, y a la misma Municipalidad de Las Condes que
observaba con atención este despliegue. Para el delegado de seguridad
vecinal de la Junta de Vecinos C25, Gabriel Zeballos, la experiencia fue
positiva, “no teníamos ningún referente, por lo que para nosotros la
actividad fue un éxito sólo por el hecho de que llegaron vecinos”.
La
tarea ahora es generar continuidad de la vida de comunidad, a través de
las distintas comisiones de trabajo, que integran los mismos vecinos,
para avanzar hacia la sustentabilidad y mejor calidad de vida.
La
promoción y el uso de la bicicleta en el barrio está entre los desafíos
que la representante de Fraunhofer Chile, Alejandra Labarca, indica hay
que incentivar. “Es impresionante que hasta para ir al almacén más
cercano del barrio debas ir en auto y que a todos los niños del colegio
los vayan a buscar en auto. Por otra parte, en temas de seguridad los
vecinos podrían aprovechar al momento de pasear sus perros para hacer
turnos que pudieran apoyar la seguridad ciudadana”, indica. “Hay mucho
por hacer pero la gente debe dejar de reclamar, hacerse cargo y empezar a
ver la comunidad como fuente de soluciones para todos sus problemas,
dejando el individualismo a un lado”, agrega.
Labarca
relata su experiencia en Portland, una de las ciudades estadounidense
líder en el tema de sustentabilidad, un caso muy interesante porque “es
una sociedad tan o más consumista que la nuestra, que se puso de acuerdo
hace ya 30 años en cuanto a las dimensiones que iba a tener la ciudad,
cuánto iba a crecer, el tipo de barrios que iba a hacer y las
prioridades de calidad de vida que guiarían su desarrollo. Todo gira en
torno a la sustentabilidad”.
Otro
actor relevante en este taller urbano fue Citylab Santiago, que
promueve la generación de emprendimientos artísticos innovadores desde
la misma comunidad. Esta actividad permitió entender que cada barrio
tiene su propio set de artistas y que su desarrollo junto con la
comunidad es un negocio de beneficio mutuo. “Cuando instancias como
éstas suceden, vienen con un tremendo valor agregado, le mejoran la
calidad de vida a todos. En barrios como éste, donde en forma natural se
empieza a perder la comunicación entre vecinos, las problemáticas del
barrio y la colaboración no está desarrollada”, explica George Lever,
director ejecutivo de Citylab. “En estos segmentos hay que promover que
ocurran las conversaciones, pues las problemáticas no son tan evidentes y
no son compartidas en el día a día, por eso es importante estimular las
redes de apoyo”, agrega Lever.
Por
su parte Javier Vergara, director de Ciudad Emergente, asegura que para
darle continuidad a una actividad como esta se necesita lograr que la
comunidad replique sin la necesidad de terceros. “Dejar una semilla, el
gran desafío es que la capacidad se instale, que estas redes que se
están formando hoy, tomen fuerza, y construyan vínculos que permitan
construir capital social. Y para eso el rol de la junta de vecinos es
fundamental”, dice Vergara.

Comentarios
Publicar un comentario